No es que me apasione esquiar, aunque he de reconocer que es bastante divertido. Lo que yo no sabía es que en algunas estaciones te avisan del peligro que tienen algunos de los allí presentes. Ya me extrañaba a mí, ahora entiendo lo que me pasó la última vez que estuve por la nieve:
Estaba yo tranquilamente intentando encajar mi bota izquierda en el agarre de su pertinente esquí, pero no había manera. De pronto, se acercó un buen hombre vestido de Goofy preguntándome:
- ¿Quieres que te la meta?
- No, gracias.
- Vale, ¿te ayudo con lo de la bota?
1 comentario:
hombre, si dejases de ir en mallas como Flanders pues nadie te diria nada..
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